En la actualidad, y después de más de medio siglo desde sus inicios, la terapia Gestalt se ha difundido ampliamente por gran parte de América y Europa.
Ha suscitado multitud de líneas aplicadas de trabajo terapéutico, de interpretaciones y de muchas otras secuelas; y acerca de ella se ha descrito y analizado todo.
Existe abundante información sobre las características y el protocolo de actuación de la terapia Gestalt en publicaciones y webs de la red.
Sin embargo, en el marco de una terapia profesional y de calidad, solo queda por destacar y reiterar como algo significativamente relevante el hecho de que se trata probablemente de la única línea de abordaje terapéutico que puede garantizar, incluso entre el resto de las terapias de corte humanista, su eficacia y la permanencia de sus resultados gracias a una revisión y transformación profundas del fondo y de las estructuras patológicas o disfuncionales.